miércoles, 5 de septiembre de 2018

Silbato


En el principio, una talquera redonda, un pompón, mi piel.
Después, una vereda y un guardapolvo blanco.
Cuando desperté, el mundo fue un murallón y un hueco abierto a puñetazos.
En estos días, el mundo es esta tarde y este vaso tranpirando agua.
Pero siempre, antes o después, el mundo es un silbato. 
Espada del verano.
Apuñalando la siesta. 
Cruzando señoras, batones, ruleros, escobas.  
Sin pena ni gloria ni dueño.
Afilador cuando tenía 7 años y compraba el pan con monedas.
Helado de crema y chocolate cuando nos escondíamos de las balas del Regimiento 7.
Un silbato asesino.
Un silbato carnaval inflando los cachetes de Kiara esta tarde, cruzando este calor.




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