sábado, 16 de marzo de 2013

Hungría


Furias. Galopes. Tribus. Caballos.  Tiendas. Alas. La larga travesía termina. Para ser Europa, habrá que pedir permiso a los papas. Concedido. San Esteban los domestica a orillas del Danubio.

Reyes, blasones, condes, duques, espadas, turcos, guerras, gritos. La furia que no cesa.

Los gitanos no dudaron: esta es nuestra gente.

Austria los quiere más mansos. Alemania más obedientes. Rusia más disciplinados. Estados Unidos más capitalistas.

Nadie los entiende, nadie los puede.

Ellos, como única respuesta, despliegan Budapest.



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