viernes, 11 de septiembre de 2015

Receta para Pablo Kociubinski


Un pasaje. 
Ocho huevos recogidos por Natasha. 
Una taza de azúcar. 
Leche recién ordeñada. 
Un billete de un dólar recibido en una carta de 1950. Un pincel de plumas para pintar los nalisnikes con manteca. Uno por uno.
Tiempo. Tiempo detenido. Tiempo repetido. 
Dos tazas de mañana bien temprano. 
Una tía, sus disgustos y sus indicaciones. 
Un fuego lento, lentísimo, que derrita la manteca, el dólar, la mañana.
Servir con vodka, sin atenuantes.

Ucrania, agosto de 2015.






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